En octubre de 2007, justo después del Congreso Nacional del Partido Comunista, Zheng Qinyuan (郑青原) se hizo famoso gracias a una serie de artículos publicados en el Diario del Pueblo, el periódico más cercano a las directrices del Gobierno chino. En un momento en el que ya se habían perfilado los sucesores de Hu Jintao y Wen Jiabao, los actuales Presidente y Primer Ministro, sus artículos sobre política intentaban ser descifrados por todo el mundo. En un reportaje publicado por el Southern Weekly (Nanfang Zhoumo) se explica que “esos tres caracteres [los de Zheng Qinyuan] alcanzaron fama mundial durante un corto período de tiempo”.
Sin embargo, Zheng Qinyuan sencillamente no existe. Y no es la única de las firmas fantasmas que aparecen en el Diario del Pueblo. Zheng venía a sustituir a otros articulistas famosos que habían comunicado las directrices del gobierno en las últimas décadas, como Ren Zhongping (任仲平) o Zhong Zuwen (仲祖文). Zheng Qinyuan todavía sigue “en activo” y firmando algunos de los artículos más importantes, como el del 27 de octubre de 2010, titulado “Ir con la dirección política correcta para impulsar activamente la reforma del sistema político”, que todavía figura entre los análisis de opinión más destacados en la página web del Diario del Pueblo.
Pero, “¿Quién es Zheng Qingyuan?”, se pregunta el Southern Weekly. Según este prestigioso semanal, que cita a fuentes del Diario del Pueblo y de la Agencia Xinhua, su nombre correspondería con uno de los líderes políticos más importantes del momento. “La relación entre los artículos de opinión del Diario del Pueblo y el Comité Central es muy estrecha”, indica el Southern Weekly.
Esta firma, como muchas otras, responde en realidad al trabajo de varios editores de este periódico propagandístico. Zhang Yannong (张研农), el director del Diario del Pueblo, declaraba que anteriormente sólo había una persona encargada de los artículos de estas firmas fantasmas, pero que desde 2003 hay un grupo de tres o cuatro personas que, “dependiendo de los distintos temas”, se encargan de la redacción.
No hay duda alguna de que estos artículos vienen marcados desde Zhongnanhai, el centro de poder donde se reúnen los máximos dirigentes chinos. “Para componer algunos de los artículos de opinión importantes, los redactores a menudo se comunican con el Comité Central del Partido”, explica el Southern Weekly. Una visión que también reconocen miembros del periódico, como Ma Licheng (马立诚), el redactor jefe de la sección de opinión, quien no duda en afirmar que “los editoriales del Diario del Pueblo naturalmente representan la voz del gobierno central”.
Aunque pueda parecer extraño, en los tiempos que corren eso es precisamente lo que hace que los ojos del mundo estén todavía puestos en el Diario del Pueblo. Este diario ha sido desde siempre el portavoz del Partido Comunista y ha sido a través de él como se han podido conocer los movimientos culturales, purgas, reformas y directrices políticas. Su influencia a día de hoy es también muy importante en el mundo económico, ya que en ocasiones el periódico ofrece antes que nadie pistas sobre la evolución de las empresas estatales o las políticas económicas.
Junto con Zheng Qinyuan, otros de los escritores fantasmas del Diario del Pueblo que se han hecho famosos en los últimos años son He Zhenhua (何振华) y Zhong Zuwen (仲祖文). Sin embargo, por encima de todos, el Southern Weekly destaca a Ren Zhongping (任仲平), cuyos artículos entre 1993 y 1994 sirvieron a Deng Xiaoping para defender e impulsar sus medidas económicas.
Muchos de estos nombres inventados esconden detrás de ellos un significado oculto. El de Ren Zhongping, por ejemplo, atendiendo a su fonética, significaría: “artículos de opinión importantes del Diario del Pueblo” (renminribao zhongyao de pinglun, 人民日报重要的评论).
El semanal aprovecha también para hacer un breve repaso histórico del Diario del Pueblo y su relación con el Gobierno central. En los años siguientes a 1949, era difícil diferenciar entre los políticos profesionales y los responsables del periódico. Muchos de los artículos eran escritos o editados por los propios miembros del Comité Central (entre ellos Mao Zedong) o del Ministerio de Comunicación. El Diario del Pueblo lo único que hacía era reproducir sus textos. En esa época, el director del periódico era frecuentemente invitado a participar en las reuniones del Politburó político, la institución con más poder del país.
Hoy, sin embargo, la mayoría de artículos de opinión son escritos por los editores del periódico. Los redactores hablan directamente con miembros del Comité Central y del Departamento de Comunicación (incluso con el propio director, Liu Yuanshan, 刘云山), pero son ellos los que presentan los borradores y hacen la redacción. Según el Southern Weekly, estos cambios se introdujeron con la llegada de Deng Xiaoping al poder, quien traspasó el control del periódico del Gobierno central al Departamento de Comunicación.
Sesenta años después, el Diario del Pueblo sigue llenando la prensa de firmas fantasmas que representan a los políticos con más poder del país. No sólo eso, sino que su rol en la actual China sigue siendo fundamental:
En los últimos años, a pesar del rico crecimiento de los medios e Internet, a pesar de la diversificación de la gente a la hora de recibir noticias todos los días, la voz del Diario del Pueblo sigue recibiendo una atención especial de la gente. (Southern Weekly)
No quisiera repetir lo que dije en nuestra conversación en eskup el mismo día de la publicación del editorial,
http://eskup.elpais.com/C1288175706-6a8aa644df1b9… , es el Comité Central en acción poniendo los puntos sobre la íes que Wen Jiabao venia soltando desde el 30 aniversario de Shenzhen…y el más incisivo de los puntos del editorial es cuando suelta 我们推进政治体制改革,必须坚持走自己的路,决不能照搬西方政治体制模式搞多党轮流执政和三权鼎立那一套 , seguir nuestro propio camino de la reforma, nada de copiar sistemas occidentales, ni multipartidismo ni separación de poderes. Lo firme Agamenon o su porquero, es la voz del Partido Comunista de China. Además, este tipo de editoriales siempre los adelanta el parte de las 19 en la CCTV del dia anterior, como asi ocurrió en el caso que nos ocupa, prueba de que es una directiva a todos los órganos de propaganda, como en los mejores tiempos de Yao Wenyuan, esa pluma venenosa que parece haber creado escuela. Yo, particularmente, admiro los artículos de Yiduo, 益多, sea quien sea, por la acidez con que arremete contra sus objetivos, casi siempre los nobel de la paz chinos. Opino.