Considerado como uno de los clásicos en español sobre las adopciones en China, el libro Muñecas de porcelana, escrito por J. Vicente Castelló, ha acompañado a cientos de familias durante el proceso de adopción en China. J. Vicente Castelló llegó por primera vez al gigante asiático en 1987, estudió durante cuatro años en universidades de Pekín y Chengdu y colaboró con la Agencia EFE y con Televisión Española. A finales de 2005 comenzó a trabajar como coordinador de PIAO, una Entidad Colaboradora de Adopción Internacional (ECAI), desde donde pudo vivir en primera persona cómo cientos de familias españolas se encontraban con sus hijas en China.

Desde su llegada al aeropuerto de Pekín hasta su traslado a Nanchang, pasando por su encuentro con las niñas y el papeleo administrativo, Muñecas de porcelana narra la forma en la que quince parejas viven su llegada al país, sus conversaciones sobre China y sus problemas con las niñas. Su punto fuerte está sin duda en la descripción de los encuentros entre padres e hijas: tras meses o años de papeleos, muchas expectativas y un largo viaje, la entrega de las pequeñas a los padres es un momento emotivo que el autor refleja con solvencia y sensibilidad. Como dice el autor, es “como una sobredosis de amor comprimida en dos semanas”, como “un parto múltiple”.

Junto a esto, que tal vez algunos consideren demasiado lacrimógeno, el libro es sin duda una buena guía práctica para todas aquellas parejas interesadas en adoptar en China. J. Vicente Castelló llena el libro de anécdotas, sugerencias y consejos que convierten a Muñecas de porcelana en un libro muy útil para los padres que están en proceso de adopción (o para aquellos que quieren recordar cómo adoptaron a su hija).

El tema es más importante de lo que pudiera parecer a simple vista. Hasta finales de 2006, cuando se modificó la ley china y aumentaron los requisitos para las adopciones internacionales, España fue durante varios años el segundo país que más niñas chinas adoptaba (sólo por detrás de EE.UU.). En 2005 fueron casi 3.000 y en 2006 unas 4.000. Estas niñas españolas de origen chino, como en tantos otros países, han contribuido a la formación de un país multirracial y han fomentado la conexión entre China y España. En Internet, tanto en páginas culturales sobre el gigante asiático como en webs de actualidad, esta comunidad de padres que han adoptado en China es una de las más activas.

Por desgracia, Muñecas de porcelana se queda en una descripción familiar y coloquial sobre los padres extranjeros y sus recién adoptadas hijas. Aunque no fuera su objetivo, es una pena que no ahonde más en los motivos que llevan al abandono de las niñas, el funcionamiento de los orfanatos o la respuesta de la sociedad china ante este fenómeno. Sus descripciones simplonas sobre la realidad del país (sanidad, cultura, historia…) y la falta de interés en la segunda parte del libro hacen que las últimas páginas se atraganten. Es sin duda un buen libro para familias adoptantes (seguramente su principal objetivo), aunque estos defectos lo alejan bastante de un lector más general y del interés público.

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