Los semanales siguen investigando el accidente de tren y demostrando el profesionalismo de muchos periodistas chinos
El accidente de tren del 23 de julio (si no sabes de lo que estamos hablando, puedes leer los tres artículos que hemos escrito hasta ahora sobre el tema) ha sacado a relucir lo mejor de los medios de comunicación chinos. En realidad, hay una gran cantidad de publicaciones que todas las semanas ponen en entredicho el discurso del Partido y el control de la información por parte del Gobierno. El accidente de Wenzhou, sin embargo, ha puesto de forma especial en el centro de la atención a los periodistas chinos, que no se han cansado de investigar las causas del accidente, criticar al Gobierno y exigir responsabilidades.
Más de una semana después, en los últimos días los principales semanales del país han seguido hablando del tema en un tono muy crítico. Conviene destacar que a diferencia de otros países (por ejemplo, España), China cuenta con un buen número de revistas semanales que analizan en profundidad los temas de la actualidad del país. Estas publicaciones se pueden permitir realizar reportajes largos y elaborados, con muchos periodistas sobre el terreno y tiempo para contar historias potentes e investigar en las noticias más recientes. Aunque no son sólo ellos, en la actualidad muchas de estas revistas son la que están realizando el mejor periodismo sobre China.
Life Week (Sanlian Shenghuo, 三联生活)
Una de las publicaciones que esta semana ha abordado el tema en profundidad es Life Week (conocida simplemente como Sanlian), que ha empleado a siete periodistas para redactar cuatro historias que han ocupado un total de 27 páginas. En portada, esta revista utiliza el fondo negro y una frase que sin duda capta el estado de ánimo de los ciudadanos tras el accidente: “Las preguntas de la gente” (人的问题).
En el artículo más destacado, esta revista utiliza la misma táctica que utilizó con tanto éxito el Southern Metropolis Weekly (Nanfang Dushibao, 南方都市报) en un editorial que triunfó en Internet después del accidente: primero hablar del dolor de las víctimas para después atacar al gobierno y pedir responsabilidades. Después de hablar del dolor de las familias, se dice que los fallecidos son “víctimas de la velocidad” y que ha sido ésta la que ha causado el accidente.
De hecho, un tema recurrente y que se puede ver en muchos medios chinos es el del “exceso de velocidad” (en chino, chaosu 超速), una expresión muy repetida en los últimos días para explicar el estado de ánimo de la población y los motivos del accidente. De todo esto se habla en otro de los artículos publicados esta semana en Life Week, donde los periodistas entrevistan a conductores de tren, funcionarios del ministerio, testigos del accidente y heridos que todavía se encuentran en el hospital. La revista habla en varias ocasiones de la falta de formación de los profesionales, del aumento de la presión y el incremento de las horas de trabajo entre muchos de los trabajadores. También pone en entredicho la preparación y calidad de los equipos de rescate, acusando al Gobierno de dar más prioridad al restablecimiento de la línea de tren (se consiguió gracias a más de 1.000 trabajadores en tan sólo 22 horas) que a rescatar a los heridos. La mayoría de las críticas van directamente hacia China Railways, la empresa estatal que depende del Ministerio de Ferrocarriles y en la última semana que se ha situado en el punto de mira de la opinión pública.
Uno de los artículos de Life Week comienza de la siguiente forma, que muestra muy bien el tono general de la prensa china durante los últimos diez días:
¿Por qué se declaró tan pronto que no había señales de vida? ¿Por qué no se podía haber procedido al rescate y limpieza de la zona durante más tiempo? ¿Por qué se desmembró uno de los vagones y se enterró a toda prisa?
Un experto del Consejo de Estado, Liu Tiemin (刘铁民), resumía de la siguiente forma los riesgos que había entrañado la construcción frenética de las líneas de alta velocidad:
En un proyecto, los riesgos son directamente proporcionales a la velocidad de desarrollo. Cuando sobrepasas el exceso de velocidad en el desarrollo, cuando te excedes en tu capacidad y en la calidad del personal, cuando intentas avanzar a toda velocidad sobrepasando tus fuerzas, entonces también estás trayendo contigo un gran riesgo.
Southern Weekend (Nanfang Zhoumo, 南方周末)
El Nanfang Zhoumo (de quien hemos hablado en numerosas ocasiones), al publicarse los jueves tuvo la oportunidad de hablar del tema en profundidad ya la semana pasada. Su artículo principal, que se titula “El accidente ´imposible´” (“不可能”的事故), gira en torno a la idea que el Gobierno había hecho creer a todo el mundo: la tecnología es de última generación, todo está muy bien sistematizado, las líneas de alta velocidad son otra muestra más del ascenso de China y por lo tanto un accidente es imposible. La ironía y fuerza de este titular son frecuentes en la que es una de las mejores publicaciones del país.
Otro de sus artículos, también en el número de la semana pasada, hacía hincapié en todas las cosas que se habían contado hasta entonces sobre la efectividad, seguridad y velocidad de los trenes de alta velocidad chinos. El titular era “¿Se ha acabado el mito del tren de alta velocidad en China?” y mostraba muy bien el cambio radical que se ha producido en China en este tema desde el accidente del día 23 de julio.
New Century Weekly (Xinshijie Zhoukan, 新世纪周刊)
Otra de las publicaciones que se han volcado en la explicación de la catástrofe y en exigir responsabilidades es la revista New Century Weekly, el buque insignia del grupo mediático Caixin, fundado a principios de 2010 por una de las más famosas periodistas chinas, Hu Shuli (de quien también hemos hablado en varias ocasiones). En el número de esta semana, New Century Weekly le ha dedicado al accidente de tren en Wenzhou 20 páginas. Para elaborar los reportajes, la revista ha enviado a periodistas a Wenzhou, Pekín y Shenzhen, juntado a un total de ocho profesionales. En la portada, New Century Weekly ha utilizado un titular que en el interior explican de forma magistral: “El gran colapso” (大崩溃).
Este gran colapso es la forma en la que la revista interpreta los acontecimientos del 23 de julio. En su artículo más destacado lo explican así:
Aunque los detalles se desconocen, las causas del accidente parecen estar saliendo poco a poco a la superficie. Sin embargo, lo que ha provocado esta tragedia no es de ninguna forma tan sólo un fallo del equipamiento eléctrico, ni las deficiencias del personal que estaba trabajando ni un error en el tren, sino que parece mucho más un problema del retraso de China y la enorme presión bajo la que funciona el sistema de administración de trenes que ha llevado a una gran carrera por la alta velocidad.
El New Century Weekly apuesta de esta forma por apuntar a un fallo de todo el sistema. El accidente no se produjo por un detalle ni por un fallo puntual, sino que fueron un conjunto de errores y negligencias que han puesto en tela de juicio a China Railways, a su funcionamiento y a las empresas con las que trabaja, muchas de ellas con relaciones con otras instituciones del Gobierno.
En un estilo todavía más contundente, Hu Shuli, la directora de esta revista, escribe un editorial en el que defiende básicamente dos cosas: primero, que se cree una investigación independiente para conocerse la verdad sobre las causas del accidente; segundo, que China Railways sufra una reforma ambiciosa para dejar de ser un monopolio estatal y convertirse en una empresa privada. El resumen de su interesante artículo se puede leer justo al principio:
Hay que investigar toda la verdad, hay que poner en marcha mecanismos para exigir responsabilidades y hay que acabar con la unión de política y empresa en el sistema de trenes.
Desde hace años, Hu Shuli y los medios de comunicación más independientes del país culpan a muchos de los males de China del excesivo poder del Gobierno y de su control sobre muchos de los sectores económicos del país. Según ellos, la participación del Estado en estas empresas (lo cual suele implicar corrupción e ineficacia) impide la modernización del país y la creación de compañías chinas independientes del Gobierno y con únicamente objetivos empresariales. En su artículo, Hu Shuli aprovecha el accidente de tren precisamente para abogar por estos cambios en China Railways: dice que se tiene que “separar la política de la empresa” y que el accidente ha sido una muestra más de que hay que acabar con los monopolios estatales.
Más reacciones importantes:
La cantidad de historias que se han publicado en los últimos diez días es sencillamente inabarcable. Todos los diarios, revistas, publicaciones, telediarios y portales de Internet han hecho especiales sobre este tema. Lo que hemos hecho hasta aquí pretendía ser tan sólo una muestra de como algunos de los semanales del país han abordado el tema con una gran muestra de profesionalismo e independencia. Además de estas tres publicaciones, se está hablando de muchas otras historias que han triunfado en los últimos días:
– The Economic Observer (经济观察报). Justo una semana después del accidente, esta publicación económica publicó en portada una historia conmovedora, literaria y muy crítica con la forma en la que se había gestionado el accidente. Para ello escribió una especie de carta ficticia a Yiyi (伊伊), la niña de dos años y ocho meses que fue encontrada en un vagón del tren cuando ya se había suspendido la búsqueda de supervivientes. The Wall Street Journal habló de este artículo, el cual puedes leer en inglés en la propia página del Economic Observer (aquí lo tienes en chino).
– Southern Metropolis Daily (南方都市报). El que está considerado como el diario más independiente del país tampoco ha dejado la oportunidad de hacer un periodismo agresivo y de investigación. A pesar de que se podrían mencionar muchos artículos, uno de sus editoriales tuvo un gran momento en Sina Weibo (la red social del momento en China) y supo exactamente conectar con lo que estaba pensando la mayoría de ciudadanos. Su título es: “Llorar el dolor de las víctimas, buscar a los responsables”.
– Han Han. Uno de los blogueros más influyentes de China, el joven Han Han (de quien también hemos hablado alguna que otra vez), tampoco ha dejado escapar la oportunidad de hablar sobre el tema y criticar al Gobierno por su gestión del accidente y su forma de hacer las cosas y tratar a los ciudadanos. Puedes leer una traducción al inglés en ChinaGEEKS.
Fuentes
► Todos los links de los artículos y publicaciones han sido incluidos a lo largo del artículo
0 comentarios
Trackbacks/Pingbacks