La película “A simple life” se convierte en el último gran éxito de crítica y público

A pesar del gran número de películas nacionales que se estrenan en China, pocas consiguen llamar la atención del público y los medios de comunicación, debido sobre todo a la falta de originalidad de los guiones, actuaciones estériles y en general falta de tacto e interés por presentar propuestas interesantes y cuidadas.

La última película china en conquistar a la crítica y público nacional ha sido la hongkonesa “A simple Life” (桃姐), dirigida por la prestigiosa pero relativamente desconocida directora Ann Hui y protagonizada por un sorprendentemente mayor Andy Lau y la actriz Deanie Ip, madrina del actor hongkonés.

La historia gira en torno a Chun Tao (Dennie Ip), una interna que ha trabajado en el hogar de la familia Leung durante 60 años, dedicando su vida a atender el hogar y criar a los hijos de una familia ajena. Todos los miembros de la familia Leung se han mudado a Estados Unidos, a excepción de Roger (Andy Lau), un productor de cine que a menudo utiliza el apartamento familiar en Hong kong, en donde vive Chun Tao.

Tras sufrir un infarto, y convencida de que se ha convertido en una carga, Chun Tao decide renunciar a su empleo e ingresar en un geriátrico. Comenzará entonces una tierna relación materno-filial entre Roger y Chun Tao, en donde ambos descubrirán las amarguras de la soledad. El guión está basado en la historia real de uno de los productores (que co-guioniza también la película), y toca uno de los grandes problemas sociales en China: el abandono y el olvido que sufren muchos ancianos en Hong Kong y el resto del país. Las precarias condiciones de los geriátricos, la soledad y la muerte juegan papeles fundamentales en una película que, a pesar de no tratarse de una comedia, consigue conmover, enternecer y, en ocasiones, despertar una sincera y agridulce sonrisa en el espectador.

El principal atractivo de la película, que acaba por hacerse algo lenta, es la estupenda actuación de los dos actores principales, interpretados por dos viejos conocidos. Andy Lau y Deanie Ip, reconocidas figuras de la industria del cine y la música en Hong Kong, interpretaron en numerosas ocasiones los papeles de madre e hijo en películas y series de televisión y han vuelto a ser reunidos tras 23 años sin actuar juntos. Una acertada decisión de casting, ya que la pareja convence e inyecta química y sinceridad a una película necesitada de realismo. A lo largo del filme el aficionado al cine asiático descubrirá también numerosos cameos de personalidades de la industria cinematográfica china, como las estrellas Tsui Hark y Sammo Hung.

“A Simple Life” ha logrado numerosos premios en las principales competiciones de cine asiático y participó en la sección oficial del Festival de Venecia. Lejos de convertirse en la película más taquillera durante las últimas semanas, título que ostenta la estadounidense “John Carter of Mars”, sí que ha sido la mejor valorada por los críticos. Es un claro ejemplo del buen hacer del cine hongkonés, que cuenta con mayor experiencia y trayectoria que el cine de la China continental. La película consigue, con un guión sencillo y unas cuidadas interpretaciones, más que muchas superproducciones nacionales con presupuestos espaciales. Un ejercicio de tacto, sensibilidad y sencillez, ejemplo de un cine muy necesitado en China.