Es bien sabido que los gastos médicos en China pueden convertirse en una losa capaz de arruinar a toda una familia. Para evitar esto e intentar aliviar a los ciudadanos, el gobierno hizo público el 30 de agosto una nueva medida que impondrá a las aseguradoras que se ocupen de al menos el 50% de los gastos en las enfermedades graves. Al menos en teoría, este porcentaje será de obligado cumplimiento en todo el país y para todos los ciudadanos que dispongan del seguro básico (基本医疗保障), que según las cifras oficiales de finales de 2011 tiene el 95% de la población.
Debido a la falta de un sistema sanitario de calidad universal y gratuito, y a pesar de las mejoras de la última década, los gastos médicos se convirten frecuentemente en el problema económico más importante al que se enfrentan los chinos. La nueva medida está encaminada a aliviar los gastos de los ciudadanos y a evitar que “debido a la enfermedad se caiga -o se vuelva- a la pobreza” (因病致贫、因病返贫), un fenómeno muy extendido entre las familias con menos recursos.
La idea del gobierno es la de apoyar económicamente a las aseguradoras privadas para que éstas puedan ampliar y mejorar sus servicios. Según ha explicado Guo Jinlong (郭金龙), uno de los miembros de la Asociación de Aseguradoras de China (中国保险学会), la decisión se ha tomado después de los exitosos experimentos que se han llevado a cabo en los últimos tres años en ciudades como Taicang y Jiangyin (en la provincia de Jiangsu) o Luoyang (provincia de Henan). A largo plazo, cuando las circunstancias lo permitan, Guo Jinlong ha declarado que el objetivo es llegar a cubrir el 100% de los gastos en las enfermedades más graves.
Por su parte, Sun Zhigang (孙志刚), el director de la oficina de la reforma sanitaria del Departamento de Estado, afirmó que esta medida era necesaria para aliviar los gastos de los ciudadanos con menos recursos. Según él, la extensión de los seguros básicos entre la población ha permitido que en la actualidad la gente de a pie ya se atreva a ir al médico, y que cuando hay “una enfermedad haya algún tipo de atención médica” (“病有所医”). El objetivo, como han repetido distintas autoridades en las últimas horas, es evitar que cuando “la enfermedad llega a una persona, toda la familia atraviese dificultades” (一人得大病,全家陷困境).
Como ha destacado Sun Zhigang, la reforma del sistema sanitario chino está incluida dentro del duodécimo plan quinquenal, que marca las directrices del gobierno entre los años 2011 y 2015. China está ahora mismo, aunque todavía de forma tímida, buscando ampliar la protección social con la que cuentan sus ciudadanos (educación, sanidad, pensiones). Los economistas suelen interpretar estas medidas como la única forma de que los chinos dejen de ahorrar (básicamente con la intención de cubrir los inesperados gastos médicos) y consuman más, equilibrando de esta forma la economía china.
Fuentes
• Diario del Pueblo (Vía QQ News)
• QQ News
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