Hay algunas personas, sobre todo entre los mayores chinos, para quienes no casarse antes de los 30 supone todo un sacrilegio. Tanto es así que un anciano de Pekín, al ser preguntado la semana pasada por la plataforma de vídeos Youku, afirmó que aquellos que lleguen a esa edad y sigan solteros deberían ser penalizados por ley.
El anciano hizo estas declaraciones cuando en realidad le estaban preguntando por la nueva legislación que obliga a los hijos a visitar y cuidar de sus padres. Ni corto ni perezoso, el señor dijo que a él eso le daba igual, pero que aquellos que no se casaran antes de los 30 sí que estaban violando la ley.
Sobre estas líneas, el vídeo completo de Youku (que ha tenido casi tres millones de visitas), donde se pregunta a varias personas por la calle su opinión sobre la nueva legislación que obliga a los hijos a visitar frecuentemente a sus padres. Muchas de las personas piensan que efectivamente se trata de un problema social importante (aunque sobre todo es moral, no legal), pero que es complicado atender a los mayores cuando se vive tan lejos de ellos y se trabaja tanto. Las breves declaraciones del anciano de Pekín comienzan en el minuto 2:39.
El exabrupto de este anciano, que se convirtió de inmediato en uno de los temas más discutidos en Sina Weibo, muestra muy bien las tradicionales ideas de una parte mayoritaria de la sociedad china. En cuanto pasan de los 25 años, muchos jóvenes (sobre todo ellas, a quienes se las ha comenzado a denominar “mujeres sobrantes” o shengnü) sienten sobre sus hombros la presión de sus padres, familiares y medios de comunicación para casarse cuanto antes.
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