En medio de todas las críticias hacia Rusia durante la celebración de los Juegos de Invierno en Sochi, Vladimir Putin ha podido contar al menos con un apoyo de peso: el de China.
Aunque faltan pocos días para San Valentín, Vladimir Putin no ha recibido demasiado amor en las últimas semanas. Criticado por la nueva legislación contra los homosexuales y bajo el fantasma de un ataque terrorista, la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi no ha sido precisamente un éxito de relaciones públicas para el presidente ruso.
El único que parece haber acudido al rescate es Xi Jinping, quien primero se reunió con Putin el 6 de febrero y un día después (el día de la inauguración) aceptaba una entrevista con la televisión rusa. En ella, el presidente chino dejaba muy claro el motivo de su visita: “Esta vez he venido a Sochi para atender a la Ceremonia de Inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno, para demostrar mi apoyo al proyecto de este querido país”.
El apoyo explícito de Xi Jinping, más todavía después del plantón de Estados Unidos y muchos países de la Unión Europea, es otra muestra más del interés estratégico que comparten Moscú y Pekín. El líder chino se encargó de destacar que Rusia había sido su primer destino como presidente de China y durante el último año se habían encontrado en otras cuatro ocasiones. “China y Rusia son buenos vecinos, buenos amigos y buenos compañeros”, dijo a la televisión rusa.
A pesar de que hay una desconfianza profunda entre los dos países, los acuerdos enérgeticos se han multiplicado en los últimos años y las relaciones comerciales no han dejado de crecer. Sus intereses compartidos son también evidentes en el Consejo de Seguridad de la ONU y en la escena internacional, donde suelen actuar como contrapeso a las decisiones de Washington, Londres y París. Aunque no siempre están de acuerdo, en cuestiones como la crisis en Siria o el proyecto nuclear de Irán, los dos países acostumbran a tener posturas cercanas.
Además de mostrar su apoyo a Rusia, Xi Jinping también aprovechó para barrer para casa y mencionar las aspiraciones de Zhangjiakou, la ciudad china que aspira a organizar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022. Una vez más, el presidente chino no escatimó en elogios: “También hemos venido a aprender del pueblo ruso, a aprender de los deportistas rusos, a aprender de la fortaleza deportiva rusa y a aprender del éxito ruso en la organización de los Juegos de Invierno”.
Más
• China y su política exterior
Fuentes
• Netease: Texto y vídeo
• Youku: Vídeo resumido de la CCTV
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