Xulio Ríos, director del Observatorio de la Política China, sobre el inminente Tercer Plenario: “Va a haber más mercado y más economía privada, pero no va a haber cambios en el modelo político”
Desde que Xi Jinping y Li Keqiang llegaron al poder hace aproximadamente un año, los nuevos líderes chinos ha intentado presentarse ante los ciudadanos como unos verdaderos reformistas. La grandilocuencia sobre las futuras medidas económicas que iban a tomar se ha comparado con el camino emprendido por Deng Xiaoping en 1978. Después de tantas declaraciones y buenas intenciones, entre el 9 y el 12 de noviembre se celebrará en Pekín el Tercer Plenario del Comité Central del PCCh, el momento de la verdad para comprobar hasta qué punto Xi y Li están dispuestos a transformar la economía china.
La lista de reformas que están sobre la mesa es larga: permitir la propiedad de la tierra, levantar el sistema de registro (hukou), modificar las relaciones fiscales entre gobierno central y local, fomentar el consumo interno, reformar el sistema financiero y reducir las ventajas con las que cuentan las empresas de propiedad estatal. A falta de conocer los detalles exactos, los propios líderes chinos se han puesto el listón muy alto al hablar de “reformas sin precedentes”.
Por si alguien tenía alguna duda, la transformación política ni siquiera está en la agenda. “La idea central es más mercado, pero no más democracia”, dice Xulio Ríos, director del Observatorio de la Política China. “El debate constitucional prácticamente se ha cerrado y vamos a seguir por la senda establecida: la reforma industrial, la reforma administrativa, la reforma financiera, etc, etc…”, explica en Pekín este experto.
Lo que sí podría sorprender el próximo día 12, cuando presumiblemente se dará a conocer el documento final de este Tercer Plenario, es la liberalización de sectores que hasta ahora habían estado cerrados a la iniciativa privada, como energía, telecomunicaciones o ferrocarril. “El sector energético es uno de los temas clave del Tercer Plenario”, dice Xulio Ríos. “Es en los monopolios energéticos donde se va a centrar gran parte de la apertura al sector privado en los próximos años”. El Partido Comunista seguiría muy presente en estos sectores, pero la entrada de capital privado supondría una novedad importante.
Aunque el proceso será lento y progresivo (y no estará exento de resistencia interna), la entrada de capital privado podría extenderse con el paso del tiempo a las empresas extranjeras. En este sentido, Xulio Ríos destaca “la coincidencia” de la reciente visita del Secretario de Energía de Estados Unidos, Ernest Moniz, quien estuvo en Pekín a finales de octubre. “Probablemente habrá un desembarco importante de Estados Unidos en el sector energético chino”, anticipa el director del Observatorio de la Política China.
“Entramos en la fase superior de la reforma, en la fase que busca una economía más homologable a nivel internacional y también una economía mucho más global”, continúa Xulio Ríos. “Se busca un último impulso que ponga a la economía china a nivel global como uno de los actores fundamentales, tanto nivel industrial como a nivel financiero”.
Menos optimista es Xulio Ríos con las reformas de la tierra o el hukou, donde no cree que vaya a haber grandes novedades. Como ha pasado hasta ahora, es probable que los líderes chinos apuesten por pequeñas reformas que se aplicarán de forma progresiva y cuyos resultados no se verán hasta dentro de unos años. “Se va a abrir, como siempre, un período interesante, pero yo no creo que vaya a ser algo como lo de Deng Xiaoping hace 30 años”.
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Me pregunto si China se cobrará parte de la ENORME deuda en dólares USA a través de estos acuerdos con empresas del sector energético venidas de allá, tal que ofreciendo estas unos precios “imbatibles” a la hora de licitar (si es que hay licitaciones, claro).
Porque habréis notado que el USD anda por 6,08 CNY (en el momento de escribir estas líneas), y dudo que el gobierno chino se quede de brazos cruzados mientras se devalúa el montante de la deuda…
¡Saludos!