El pasado 6 de septiembre, después de un muy pequeño problema de tráfico a la entrada de una de las urbanizaciones de Pekín, dos jóvenes salieron de sus coches (un BMW y un Audi) y comenzaron a golpear a la pareja que estaba en el vehículo de enfrente. Durante los tres minutos que duró la paliza, los jóvenes no dejaron de repetir la frase “¡¿Quién se atreve a llamar al 110?!” (谁敢打110!), en referencia al teléfono de emergencias de la capital de China. La historia ha saltado a todas las portadas de los periódicos del país después de descubrirse que uno de los agresores era un joven de 15 años, sin carnet de conducir, que conducía un BMW sin matrícula y además era el hijo del famoso cantante Li Shuangjiang (李双江).
La noticia ha recordado a todos los chinos al caso de Li Gang, una de las historias más mediáticas del año 2010, y ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre “los hijos de los nuevos ricos” (富二代), que son vistos por una parte importante de la población como unos niños mimados sin valores sociales acostumbrados a gozar de todo tipo de privilegios. En el caso del hijo de Li Shuangjiang, se vuelve a repetir esa actitud de rico que se cree que puede hacer lo que quiera por la vida: después de darle una paliza a la pareja y dejarles con la cabeza sangrando (uno de ellos necesitó 11 puntos), los dos agresores intentaron escapar. Uno de ellos llegó incluso a intentar sobornar a uno de los coches que les bloqueaba el paso ofreciéndole 2.000 yuanes (312 dólares).
En un editorial publicado por el Beijing News (新京报), uno de los diarios que ha informado más en profundidad sobre este tema, se abordan algunas de las claves sociales detrás de este incidente:
Cada vez que el hijo subía con su padre a un escenario, cada vez que se exhibía orgulloso frente al público, se estaba reforzando inconscientemente la sensación del hijo de que disfruta de privilegios especiales (特权意识).
Después del incidente, Li Shuangjiang y su mujer fueron al hospital a visitar a la pareja que había recibido la paliza. Le pidieron disculpas en nombre de su hijo y Li Shuangjiang dijo “no he educado bien a mi hijo” y se ofreció a que las víctimas “utilizaran un palo para darme una paliza” y así “perdonar los errores cometidos por mi hijo”. Este es un comportamiento adecuado y tal vez pueda mejorar algo la imagen de Li Shuangjiang. Sin embargo, ¿por qué esperar a que ocurran este tipo de cosas para confesarse? ¿no deberíamos como sociedad reflexionar profundamente sobre esto?
Como ya es habitual en China, la noticia corrió como la pólvora por el servicio de microblogs de Sina Weibo, donde ayer era el tercer tema más debatido con casi dos millones de comentarios. El 9 de septiembre, la historia del hijo de Li Shuangjiang era la segunda historia más buscada por los internautas en Baidu. Sin duda alguna, la noticia ha alcanzado tanta repercusión debido a la fama del cantante Li Shuangjiang y al enorme componente de crítica social que trae consigo.
Desde el famoso caso de Li Gang, cada vez se está prestando más atención a los padres con poder e influencia y a la forma de vida y valores de sus hijos. En los últimos días, por Sina Weibo y otras redes sociales se está hablando de los “Cuatro grandes padres made in China” (国产四大名爹), todos ellos personas que durante el último año han provocado alguna polémica en relación con sus hijos. Son Li Gang, Wang Jun (relacionado con el caso de Guo Meimei), Lu Junqing (un multimillonario envuelto en un escándalo de donaciones) y Li Shuangjing.
Hay que decir que Li Shuangjiang no es sólo un cantante que lleva siendo muy conocido en China desde finales de los 70, sino que también es profesor universitario y tiene bastantes conexiones políticas. Fue perseguido durante la Revolución Cultural, una época en la que conoció en el hospital y se hizo muy amigo del hijo mayor de Deng Xiaoping, Deng Pufang, famoso por su defensa de las personas con discapacidades. Además, es un habitual de las galas de la Televisión Central de China (CCTV) y es general del ejército chino, donde además dirige el departamento de música del Ejército de Liberación. Podéis ver algunas de sus actuaciones en Youtube o en Youku.
Fuentes
► China Media Project: China´s “symphony” of privilege.
► Editorial del Xinjingbao (vía QQ): 15岁少年何以敢“寻衅滋事”
► Xinjingbao, una de las informaciones más completas de todas (vía QQ): 李双江15岁儿子开宝马打人 大喊“谁敢打110”
► Baidu Baike: Li Shuangjiang
► Viñeta publicada por el Beijing Times (vía Sohu)
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