En los últimos meses hemos visto toda una ofensiva regulatoria en China encaminada a gestionar determinados aspectos del panorama informativo y cultural chino. A finales de agosto fue la llamada al orden a los servicios de microblogs, en septiembre la reducción de programas de entretenimiento (como por ejemplo Happy Girl) y a mediados de octubre el énfasis en una reforma del sistema cultural. La última norma regulatoria, anunciada por la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión (SARFT) el 28 de noviembre, prohíbe la emisión de anuncios en aquellos capítulos de serie de televisión que tengan más de 45 minutos.
Portada del Diario de Dongguan (东光时报) del día 28 de noviembre. Bajo el titular de “Prohibición de insertar [anuncios]” se pueden ver dos tiras de fotogramas en forma de cruz a punto de ser cortadas por unas tijeras. En ellas se puede leer la palabra “publicidad”. Imagen vía China Media Project.
Las autoridades chinas han defendido que esta nueva regulación (que comenzará aplicarse el 1 de enero de 2012) pretende defender el interés común de los ciudadanos y protegerles respecto a demasiados contenidos publicitarios. En el breve documento hecho público (aquí en chino), se incluye en numerosas ocasiones la expresión “servicio cultural público”. La forma en la que se ha vendido esta nueva medida, por lo tanto, es la de beneficiar a los televidentes y facilitar un marca de publicidad y entretenimiento más “saludable”.
Sin embargo, nadie ha explicado todavía cómo van a suplantar esos importantes ingresos las cadenas de televisión, algunas de las cuales tenían en la publicidad de sus series de televisión un 70% de sus ingresos. Las series de televisión han sido desde finales de los 90 uno de los formatos más rentables de toda la industria del entretenimiento. Según algunos expertos consultados por los medios chinos, las pérdidas para las grandes cadenas de televisión superarán los 20.000 millones de yuanes (más de 3.000 millones de dólares).
Como suele pasar en estos casos, productoras y cadenas de televisión ya están pensando en la forma de esquivar esta norma. Debido a que la nueva regulación sólo se aplica a los capítulos que sobrepasan los 45 minutos, algunas cadenas podrían optar por emitir capítulos de media hora de duración para poder incluir algún corte publicitario. Es muy probable también que las series apuesten de forma todavía más descarada por la publicidad por emplazamiento (product placement), un recurso utilizado ya ampliamente y al que no se hace mención en la nueva normativa. Otra solución podría encontrarse en Internet. Algunas de las principales compañías de vídeos on-line, como Youku o Tudou, ya han manifestado que la nueva regulación les beneficia. Es muy probable que una parte importante de esa publicidad televisiva acabe en estas páginas webs, que sí podrían incluir cortes publicitarios durante la emisión de los capitulos.
Antecedentes
En China, la regulación del mercado publicitario en la televisión no ha dejado de cambiar en los últimos años. En 2003, por ejemplo, la SARFT prohibió la emisión de anuncios en todas las series de televisión emitidas entre las 19:00 y las 21:00 horas. En el año 2009, el Gobierno volvió a cambiar esta regulación y a permitir la publicidad en las series, aunque siempre con límites. En esa normativa, las series de televisión podían incorporar dos segmentos de publicidad de 1:30 minutos como máximo por cada capítulo de 45 minutos; la excepción eran las series emitidas entre las 19:00 y las 21:00 horas, que sólo podían hacer un corte publicitario que no podía exceder el minuto de duración.
La nueva normativa parece un paso más para controlar la comercialización de las televisiones y los programas de ocio de los que disfrutan los ciudadanos. En esta ocasión, la medida puede poner en aprietos uno de los sectores más rentables del mundo audiovisual chino, que a pesar de no producir productos de gran calidad (salvo algunas excepciones) cuenta con audiencias espectaculares.
Fuentes
► China News Service (vía Netease): 广电总局下发”限广令” 业内称损失或超200亿 / 广电总局:暂未限制在电视剧中植入广告
► Las dos viñetas incluidas en este artículo han sido compartidas en Sina Weibo. Aquí la primera y aquí la segunda.
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